Esa melodía difícil de encontrar y fácil de recordar, este viaje me huele a revolución, sale de mi interior, es una bocanada de aire puro y sin fin. Te dan ganas de salir, correr, soñar. resolver esas cosas que dejaste inconclusas, responder esa pregunta encapsulada en el tiempo, volver a ese lugar de tu sueños como si lo conocieras y volverlo a recorrer, es la revolución!!! no te quedes ahí, busca la luz al final, volver a ese lugar que llamas hogar porque todo lo que necesito esta acá!
sábado, 26 de junio de 2010
Me parece a mi o el mundo se volvió loco?
No se si soy yo que lentamente me estoy enloqueciendo y el proceso es tan lento, que no me di cuenta.
jueves, 24 de junio de 2010
Anahí o la leyenda de la flor del ceibo
Había en la tribu Guayaquí una indiecita que amaba su tierra natal al extremo de recorrer sola los bosques conversando con las aves, con las flores, con los animales que poblaban el bosque. Era conocida por la dulzura de su voz que de continuo entonaba los cánticos propios de su raza. Cuando ella cantaba, hasta el río rumoroso parecía callar para escucharla.
Un día, un gran pájaro de blanquísimas alas llegó navegando por el río; de él bajaron hombres barbudos cubiertos por metales relucientes que parecían dueños del rayom
transformándose por momentos en monstruos de cuatro patas y dos cabezas que atropellaban todo lo que encontraban en su camino.
La tribu de Anahí decidió defender la tierra nativa superando el terror que los embargaba ante aquellos monstruos desconocidos que más que hombres parecían creación del mismo Añangá.
Pelearon, pelearon días y días, semanas enteras. Pero iban siendo echados poco a poco de sus bosques, de sus ríos, de sus sierras. Anahí, pese a su juventud luchaba como los más valientes. Su voz ya no cantaba más, gritaba la venganza y la guerra y animaba a los hombres y mujeres de la tribu. Pero un día aciago cayó prisionera. Llevada al campamento español, logró en la noche zafar sus ligaduras y golpeando malamente a
un centinela ganó nuevamente el bosque, con tan poco fortuna que volvió a caer en manos de sus captores.
El soldado herido por Anahí murió. Sospechada de bruja, porque nadie podía admitir que con aquel cuerpo esmirriado y con su juventud pudiera haber dado muerte de un golpe al soldado, y atribuyéndole ayuda diabólica, fue condenada a morir en la hoguera.
Atada al palo de la ejecución y prendido el fuego de los leños, las llamas comenzaron a abrazarla. Pero Anahí, en medio de las llamas, en vez de gemir comenzó a cantar una canción en la que pedía a Tupá por su tierra, por su tribu, por sus bosques, por sus ríos.
Su voz se elevó al cielo, y al nacer el día, el cuerpo carbonizado de Anahí se había convertido en un robusto tronco de un árbol hermoso del que pendían racimos de
rojas flores.
Esa es la leyenda del ceibo, nuestra flor nacional.
sacado de:
pero saben que?
me cago en el amor
ehhh gente que mierda pasa? o sea no entiendo que le paso al mundo?. Salgo lo mas bien el lunes que fue feriado... todos los pelotudos de la mano, besándose, comprando boludeces para las novias no comprendo cual es la gracia de tener novio/a... te rompen las pelotas y aparte es muy molesto para los demás tener que observar la situacion.